lunes, 12 de noviembre de 2007

"Las Lunas de Astarté"


Presentación del nuevo compacto de La Jambre, "Las Lunas de Astarté" el día 24 de noviembre a las 20 h. en la FNAC de Sevilla (Avda. de la Constitución nº 8). Entrada gratuita.


Será un formato CD-libro donde han incluido una presentación que ha hecho John Darwin, reconocido mitólogo, etnofolklorista y terapeuta -bisnieto de George Darwin-:


"El Paraíso de los Sinvergüenzas"


Me animan los amigos de La Jambre a escribir unas líneas sobre Venus-Astarté, antigua diosa de la vida, la naturaleza, el amor, la fertilidad y de los placeres carnales, a cuya advocación han dedicado este trabajo. Pero para contar algo sobre ella, espero me permitan utilizar otro nombre más antiguo que el fenicio; la llamaremos por su nombre griego, Maya (abuela), por dos motivos: En primer lugar, porque fue por el culto a Maya, diosa del amor y primera de las ninfas del atardecer (en griego, Hespérides) que se conoció a esta bendita tierra de la baja Andalucía como Jardín de las Hespérides, paraíso occidental o, simplemente, “El Paraíso”. Entonces el mundo era joven y Maya una diosa exuberante que tenía pleno dominio sobre los tres mundos: el superior, el intermedio (o vida cotidiana) y el subterráneo. A su templo, enclavado en el delta del Guadalquivir, peregrinaban gentes procedentes de todo el mundo antiguo mediterráneo, sobretodo a la romería orgiástica de primavera.


Este paraíso inició su declive cuando llegó un hombre del este que era más bruto que un saco de martillos. Hércules, que así se llamaba, se coló en el paraíso, mató a la serpiente sagrada y destrozó el árbol del Amor para robar sus manzanas. Más tarde, el judaísmo modificaría este mito del paraíso, la serpiente y el árbol de manzanas divinas, aderezándolo con la culpa, la vergüenza y el pecado original.


A Hércules le gustó Andalucía pues volvería para robarles los toros al rey Gerión, y otra vez más buscando la entrada del Hades, el inframundo. Al final, terminamos por deificarlo y pasó el resto de sus divinos días paseando a sus leones por el jardín antiguo, que comenzaba a marchitarse ya.


Finalmente, la Diosa abandonó el mundo de los humanos hastiada de nuestra arrogancia y estupidez, dejándonos el nombre de Mayo para el mes en que más brillante reluce Venus en el cielo occidental y la naturaleza se engalana para servir al amor. Según otros mitólogos, fueron los humanos los que abandonaron a la Diosa, aislándose así del resto de la creación. Y aún hay quienes sostienen (como los aquimismistas) que el Paraíso y el Hades siguen existiendo aquí mismo, en la baja Andalucía, aunque nuestra ceguera cotidiana nos impida verlos. También sostienen que la Diosa no nos abandonó, sino que se ha retirado a echar una siesta de varios milenios (no son parámetros humanos).


El segundo motivo para referirme a la Diosa con el nombre de Maya es que así fue conocida como madre de Hermes, Dios verdadero, al que recomiendo encarecidamente a mis amigos de La Jambre adoren como Santo Patrón, guía y protector, pues no sólo fue el dios de los músicos, viajeros, místicos y chamanes, sino también de los estafadores, contrabandistas, trileros y sinvergüenzas (no sé en qué categoría cuadrarían mejor mis amigos).


De esta forma, parece muy acertado que este disco se titule Las Lunas de Astarté, Venus, Maya, Tanit, Afrodita, Ishtar, Salambó, o como queramos llamarla, pues cualquier obra hecha por placer para compartirla con los demás, es una obra de Amor y pertenece por derecho a la Diosa (aunque esté durmiendo la siesta). Sólo me queda desearles a mis amigos que les acompañe la bendición de la Diosa y de su hijo Hermes a lo largo de todo su periplo, para que maduren y den frutos como el presente trabajo. Y que pueda también yo disfrutarlos en esta esquina del Paraíso…


John Darwin

Mitólogo y Etnofolklorista.

Zahora (Cádiz), Mayo de 2007.


Información extraida de Amigos de Folk.
Aquí dejo algunos vídeos de estos amigos de La Jambre (cortesía de Jarramplas):





¡¡Mucho éxito para estos amigos andaluces!!

Gil-Luna.

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